SAN PEDRO REGALADO Y BARRIO ESPAÑA

Entre el camino del Cementerio y la orilla del Pisuerga, y el río Esgueva y  la ronda de Circunvalación, hay dos barrios que parecen dialogar entre sí. Me refiero a los barrios  San Pedro Regalado y   España, separados por la avenida de Santander. Barrios tan distintos que,  sin embargo, tienen  lazos en común.

Desde que empezaran las obras de construcción del barrio de San Pedro, a finales de los años 40, bajo el impulso del Patronato de San Pedro Regalado, comenzaron los mentores de dicho patronato (principalmente el Arzobispado), a mirar de reojo al barrio  España. Se estaba dando la paradoja de que mientras iba surgiendo un barrio con todos los servicios, al otro lado de la carreta de Santander un conglomerado de trescientas de chabolas e infravivienda carecía de lo más elemental, incluso de agua corriente. Las calles eran barrizales y la basura se depositaba entre las casas. En tan mal estado se hallaba que en 1942  los jesuitas organizaron «misiones», como si de un territorio extraño se tratara.

Conocedor el Arzobispado de aquella situación, en la que ya un grupo de vecinos había comenzado a formar una cooperativa para abordar la construcción de servicios y dotaciones, así como hacerse propietarios de las viviendas,  el Patronato de San Pedro trató de dar cobertura e impulso a aquella loable iniciativa vecinal. No obstante, las peculiares características del barrio España parece que obligaron a establecer otro instrumento de acción. De ahí nació la Fundación Francisco Franco… pero esto nos llevaría a una larga historia que se escapa de este reportaje. No obstante, el Patronato de San Pedro mantuvo siempre una labor activa en la dignificación del barrio España, como prueba que en la inauguración de la primera fuente de este barrio, dirigiera unas palabras el presidente del Patronato, don Marcelo González.

Para hacernos una idea del Valladolid de los años 50, mientras que poco a poco se iban instalando fábricas  en las inmediaciones de estos barrios: NICAS, TAFISA,  ENDASA, etc. sin embargo las necesidades de vivienda eran apremiantes y mal resueltas.  En algún caso, como ENDASA (y TAFISA) la propia empresa promovió la construcción de viviendas que se levantan precisamente en el paseo del Cauce, en el barrio España.

Por aquel entonces más de 1000  familias vallisoletanas sobrevivían en cuevas, antiguas cuadras, patios cubiertos o míseras viviendas, y las administraciones públicas no terminaban de resolver esta situación. De ahí se entiende la iniciativa paternalista del Patronato de San Pedro Regalado y la Fundación Francisco Franco.

Es el caso que en 1952 se entregan las primeras casas del barrio de San Pedro. Un proceso de construcción de habría de durar 20 años hasta completar la construcción de algo más de 700 viviendas.

La historia del barrio de España viene de más lejos. Hacia 1915 ya había un puñado de casas construidas en la finca de Linares, que previamente se había loteado. Eran, en realidad, chabolas y cuadras. El Ayuntamiento permitió esta situación consciente de que no iba a dar respuesta a las necesidades de viviendas de aquella época. Se trataba de un paraje muy alejado de la ciudad que comenzó a albergar a las clases más humildes: jornaleros, feriantes, chatarreros… Casas que carecían de las condiciones más básicas de salubridad e higiene. Un suburbio que ha conocido diversos nombres: huerta de Linares, barrio de la República, barrio de las latas… hasta que consolidó el actual nombre de barrio España.

Con la llegada de los primeros ayuntamientos democráticos el barrio se incluyó entre aquellos necesitados de reformas profundas que redujeran su carácter suburbial,  eliminando rincones inadecuados y calles de trazado imposible, sacando plazas y espacios públicos de donde no los había…  Lejos está el barrio de haber alcanzado aquellas pretensiones de los años 80. Pero no ha parado de renovarse produciendo, paradójicamente, pronunciados contrastes entre las casas molineras más antiguas y deterioradas, y las modernas promociones de bloques de viviendas de gran altura.

Sin duda el barrio en su conjunto da para una tesis doctoral acerca de la variadísima  tipología y estética constructiva: cosa que se aprecia a poco que uno se adentre en su callejero.

… Y a ello vamos.

 

Nuestro paseo comienza al pie de la torre del agua de San Pedro, en la calle del Vuelo que separa (o une) el viejo San Pedro con las modernas viviendas que se están haciendo sobre los terrenos de los antiguos viveros Gimeno. Esta calle está entre el camino del Cementerio y la avenida de Santander. Ya la veleta del depósito nos avisa del más popular de los milagros de San Pedro: detener un toro bravo que, escapado, aterrorizaba a la población. Esta imagen la encontraremos en diversos lugares del barrio

 

 

Por la calle de Peñafiel nos adentramos  para dirigirnos hacia el centro neurálgico: la plaza Carmen Ferreiro. Un lugar  con todas las trazas de plaza Mayor de pueblo, incluso con soportales, al estilo ruralista que impulsaron los constructores del barrio. En realidad era prácticamente un pueblo,  dada la lejanía que entonces tenía del casco urbano de la ciudad. Véase una imagen antigua de la plaza en la que se aprecia una anterior fuente ornamental (foto del Archivo Municipal de Valladolid)

 

Hay algunos nombres propios que resumen el nacimiento y protección del barrio y que nos encontraremos en diversas calles y edificios: arzobispo Antonio García García, primer presidente del Patronato San Pedro Regalado; arzobispo José García Goldáraz,  protector del Patronato desde que tomara posesión de la Diócesis en 1953; Arturo Moliner y su esposa Carmen Ferreiro, ambos impulsores del Patronato;  y Constanza Martín Quijada, madre del cardenal Marcelo González que por aquella época predicó la necesidad de una justicia social que irritaba a la jerarquía franquista

 

Imagen de la calle de Villalón,  con las viviendas típicas del barrio que, con el paso del tiempo cada vecino ha ido adornando y pintando la fachada a su gusto. Bajo el rótulo de la calle, una placa recordó en 2.002 los 50 años del barrio.

 Un plan de renovación urbana impulsado por la Unión Europea, aunque centrado en el barrio  España, también invirtió en San Pedro, en el que, entre otras cosas, construyó esta plaza cubierta. Observese en la izquierda de la foto otro homenaje a San Pedro

El día 13 de mayo de 1963 se inauguró oficialmente la iglesia Parroquial (en la avenida de Santander), con la bendición que hizo el Sr. Arzobispo Don José García Goldáraz, protector del patronato desde que tomó posesión de la Diócesis,  aunque la parroquia venía funcionando desde julio de 1959. Al fondo los nuevos bloques de vivienda que, poco a poco, van haciendo crecer el barrio.

Y en este punto cruzaremos la avenida para  adentrarnos en el barrio España por la calle de Serranía de Ronda

 

Aquí no será fácil proponer un itinerario preestablecido si se quieren ver los contrastes del barrio, pero sugeriré lugares que, en todo caso, no son muy difíciles de seguir. Serranía de Ronda, larga donde las haya, nos conduce hasta el lugar en que está enclavado el primer punto de abastecimiento de agua que se inauguró en el barrio (en la esquina con calle Tierra del Pan). Aquello fue en diciembre de 1960. El Norte de Castilla se hizo eco del acontecimiento.  Las obras para el agua  corriente y el alcantarillado se construyeron gracias a que hasta 300 vecinos volunarios cavaron las zanjas a pico y pala

 

Antes de llegar a la fuente, a nuestra derecha se abre la calle del Roncal

 

Bajando por Tierra del Pan nos cruzamos con la calle de Monegros. Antes de adentrarnos en ella, observemos una plazoleta de escasa entidad dedicada a Jesús Olea, que homenajea a un director que hubo en el antiguo colegio Conde Ansúrez, y que fue muy querido por el barrio por su intensa actividad en pro de la integración y convivencia de toda la población. Precisamente en el  edificio de ese colegio (que está más adelante siguiendo Serranía de Ronda) se ubica uno de los programas más interesantes (y novedoso incluso en Valladolid) que lleva a cabo la asociación vecinal del barrio: la promoción de la lectura en todas sus facetas

 

Estábamos en la calle Monegros, y al final de la misma se hizo una original propuesta de adecentamiento y adorno de casas y calle. Al decir del vecindario, alguna pega tiene, pero eso lo dejamos para otro momento. El diseño lo hizo el afamado artista Cristóbal Gabarrón

 

Y por la calle Baztán (que parte de este lugar) nos dirigimos a la orilla del Pisuerga. A partir de aquí veremos diversas dotaciones, entre ellas el Centro Regional de Artesanía. Buena parte de estas dotaciones y otras actuaciones urbanísticas en el interior del barrio se hicieron con financiación Europea bajo el paraguas del Plan Urban. También veremos uno de esos  huertos urbanos tan de moda que medra ya junto al Esgueva, cuya desembocadura siempre es muy agradable de  visitar. Y si queremos podemos prolongar nuestra visita al barrio por un sombreado paseo

Sin orden ni concierto, propongo imágenes de diversas calles, casas y edificios que hablan por sí mismas de los enormes contrastes que tiene el barrio España. Un barrio que pide a gritos una intensa intervención municipal para terminar con focos  de chabolismo y algunos arrabales…

 

Y con esto despedimos nuestro paseo por los barrios de San Pedro y España. Pequeños barrios pero que, como se habrá podido apreciar por su historia y características, dan mucho de sí