El Museo de Escultura acaba de inaugurar una pequeña-gran exposición. Algo así como una delicatesen de la fotografía y el cine.
Se trata básicamente de fotografías, hasta ahora nunca publicadas, que rememoran el rodaje de “Fuego en Castilla”. Es un mediometraje dirigido por José Val del Omar en el cual la mitad de las escenas se rodaron, por la noche, en el interior del Museo con el sonido producido por la danza del bailarín Vicente Escudero… que en ningún momento se ve en imagen, por lo que estas fotos que ahora se exponen son un excepcional reportaje fotográfico que en su día hizo el fotógrafo vallisoletano Filadelfo González.
La película –de unos 20 minutos de duración y que se proyecta en la exposición- que se rodó entre 1957 y 1960 (como puede el lector imaginarse, con numerosas y largas interrupciones), fue premiada en el Festival de Cannes de 1961 por la fuerza de sus imágenes y su banda sonora electroacústica. También recibió premios en festivales de España y Latinoamérica.
El film, rodado con una cámara del año 1928 es, en realidad, poesía visual y acústica, sin ninguna palabra ni texto, que refleja la Semana Santa Vallisoletana en su primera parte, y las imágenes del interior y esculturas del Museo con el añadido sonoro de la danza de Escudero.
Val del Omar, que ahora da nombre a un Archivo que estudia y custodia su obra, fue un director excepcional, pionero del cine experimental y vanguardista de la tecnología (de entonces), aplicada al celuloide. Vivió entre 1904 y 1982. Colaboró con las Misiones Pedagógicas de la Segunda República y entró en contacto con los escritores, artistas e intelectuales de la época: García Lorca, Luis Cernuda y María Zambrano, entre otros muchos. Rodó otras dos películas: “Aguaespejo Granadino” y “Acariño Galaico”. Es decir las tres Españas: lo que él llamó el tríptico elemental de España: estamos hablando de las décadas del 50 al 80.
La Seminci de este año 2018 va a recordar a este director desconocido para el gran público pero irrepetible al que, como casi siempre, más se valora y estudia fuera de nuestras fronteras que entre nosotros.
Imágenes de Vicente Escudero y su sombra tomadas por Filadelfo durante el rodaje en el Museo de Escultura. Archivo Municipal de Valladolid (AMVA).
Instantáneas en las que se aprecian detalles técnicos del rodaje en el que su utilizaron diversas esculturas del Museo. Mediante su técnica cinematográfica a medio camino entre la artesanía y la alta tecnología, que Val del Omar bautizó como “tactilvisión”, creó en sus películas imágenes realmente sorprendentes e irrepetibles. El Archivo Val del Omar conserva y documenta todos estos objetos que inventó el cineasta. Filadelfo (AMVA).
José Val del Omar escucha los comentarios que Vicente Escudero le hace sobre la imaginería castellana. Filadelfo (AMVA).
Una delicia ver como Vicente Escudero recorre el museo con Val del Omar hablando y acariciando las obras de los grandes imagineros castellanos. Filadelfo (AMVA).
Diferentes imágenes de la exposición, en la que se exhiben algunas de las esculturas que aparecen en el mediometraje, con una iluminación que hace que proyecten sombras que alteran su escala y ofrezcan al espectador unas sensaciones realmente sorprendentes.
Diversas imágenes del film Fuego en Castilla, que se proyecta continuamente en la exposición.
Vicente Escudero decía que las figuras de los escultores Berruguete y Juan de Juni transmiten e inspiran movimiento: alegrías, zapateados, bulerías e incluso seguiriyas. Teoría que recogió el Dr. Luis Castro en un libro titulado “El enigma de Berruguete. La danza y la escultura”.
Portada del Diario Regional de 30 de marzo de 1957 en la que se recoge la noticia de la filmación de Fuego en Castilla.
Por cierto, no se olvide el visitante del artesonado de la sala: de madera en su color, procedente de la iglesia de San Vicente, de Villar de Fallaves (Zamora). Está fechado hacia 1540.
NOTA: En este mismo blog puede leerse el artículo: Homenaje a los fotógrafos: los Filadelfo como ejemplo.