Si hay un paseo imprescindible a la orilla de un río es, sin duda, el que discurre en el embalse de San José. Ensanchamiento del Duero a los pies de Castronuño que ha dado lugar a un humedal de gran valor paisajístico y especial interés ornitológico.
Este enclave, único Espacio Natural declarado en Valladolid, ofrece diversas posibilidades. Nosotros vamos a seguir, más o menos, la Ruta de los Almendros. No la vamos a hacer tal cual viene indicada, para abrir posibilidades de alargamiento.
Nuestro coche quedará junto a la Casa de la Reserva, en la parte más alta del municipio. Conviene visitarla antes de comenzar el paseo para una mejor documentación y posterior disfrute de la caminata.
En lo primero que nos detendremos es en la iglesia de Santa María del Castillo, de la que quiero llamar la atención sobre su ábside de tipo zamorano. Esta iglesia se construyó entre los siglos XI y XIII, y formaba parte de la muralla que dio nombre al pueblo: Castro…
Desde aquí ya solo es cuestión de asomarse hacia el embalse en la zona que se conoce como la Muela, donde se podrá disfrutar de una excelente vista panorámica sobre el río.
Diversos carteles irán ilustrando acerca de los valores naturales de la zona, que acoge garzas, aguiluchos, martinetes y otras especies que utilizan el carrizal para nidificación.
En la parte más baja de la ruta hay una caseta para observación de aves. Es el antiguo Puerto, donde se amarraban las barcas que, hasta no hace muchas décadas, servían para que un buen puñado de familias se ganara la vida pescando en el río. Luego vendían el pescado por los pueblos del entorno. Era un lugar concurrido, pues a él también acudían las mujeres a lavar la colada, y los agricultores a dar de beber a los bueyes y las vacas que tiraban del arado. Por eso parte de este recorrido se conoce como “senda de los pescadores”.
Aquí haremos una variante: antes de terminar de cruzar la pasarela de madera que salva un arroyo, tomaremos una salida hacia la izquierda. Remontaremos hacia la carretera, la atravesamos, tomamos un ancho camino (asfaltado al principio) y nos internamos entre tierras de labranza siempre subiendo las cuestas y siguiendo los caminos que tienden hacia la derecha. No nos perderemos ya que veremos referencias de la ruta que vienen marcándola al revés, pues se supone que tendríamos que venir en dirección contraria.
Todo esto para subir aún más alto: al mirador del Pinar no sin antes haber pasado por entre algunos almendros centenarios. La panorámica desde este punto es, seguramente, la más impresionante de todas: los dos puentes (a la izquierda el del embalse y la derecha el del ferrocarril), Castronuño al fondo a nuestra derecha, la gran dehesa al otro lado del río…
En fin, volvemos a tomar el camino para ir descendiendo siempre en dirección hacia la presa.
Llegados de nuevo a la carretera caben dos posibilidades: volver por la ruta marcada que nos devuelva a la Muela; o seguir hacia el puente del pantano, cruzarlo e ir a buscar el puente del ferrocarril siempre por los senderos más próximos al carrizal de la orilla. Se alarga el paseo, es más completo y se obtiene una visión casi completa de toda esta zona que, como dije, es un Parque Natural protegido que incluye también los términos de Pollos, Torrecilla de la Abadesa y Tordesillas.
Si nos atenemos a la Ruta de los Almendros, esta no nos debe llevar ni dos horas. Si alargamos por la otra orilla, serán unos 9 kilómetros que nos llevarán como unas tres horas en total. Cabe advertir que en general todo el trazado de la Ruta de los Almendros es bastante sombreado, por lo que no debe asustarnos el sol salvo, claro, en las horas centrales del día, siempre muy calurosas en esta época del año.
Ábside de la iglesia de Santa María del Castillo (s. XI-XIII) de estilo zamorano
Mirador del Teso visto desde la Muela
Detalle de la vaguada
Caseta para observatorio, en la zona del antiguo puerto de amarre de barcas de pescadores
Carrizal que bordea la orilla opuesta y que sirve para nidificación de aves acuáticas
Panorámica desde el mirador del Pinar, a la derecha asoma la iglesia de Castronuño
Fachada de la Casa de la Reserva