El embalse de Castromonte, también llamado del Bajoz o de la Santa Espina, es uno de los lugares más interesantes de la provincia de Valladolid. Una presa de tierra levantada en 1969 sujetó  las aguas del modesto río Bajoz para construir un pantano con el que regar las tierras del entorno del pueblo de la Santa Espina (perteneciente a Castromonte), que en 1957 se había asentado en las proximidades del Monasterio del mismo nombre.

Hacia los ochenta, se decidió que ya no se volverían a utilizar estas aguas para regar,  y su destino se convirtió en velar por la reproducción de aves, acoger aves migratorias, favorecer la vida del extraño gallipato (un anfibio que puede llegar a medir 30 cm. con una cola aplastada lateralmente)  y alojar tencas y carpas. Dicen quienes entienden, que este  embalse es el destino preferido de los pescadores de la región que quieren disfrutar de la captura de tencas. No obstante, la necesidad de proteger la reproducción de las aves y no perjudicar a la colonia de anátidas, sobre todo en la cola del embalse, ha hecho que se limiten a prácticamente  la mitad de sus orillas los lugares destinados a la pesca. Una pesca para la que solo se conceden seis permisos diarios.

Pero este entorno también nos ofrece otros alicientes relacionados con el patrimonio para disfrutar de él en una agradable excursión. Una excursión que, indefectiblemente, ha de incluir una visita al monasterio de la Santa Espina.

Hay varias opciones para recorrer este paraje recóndito, en razón del tiempo que queramos dedicar a caminar: podemos partir desde el mismo monasterio atravesándolo por completo o, como propongo en este caso, desde el arranque del sendero que parte de la carretera que une La Santa Espina con Castromonte. Hasta el pantano hay apenas tres kilómetros y si lo rodeamos tendremos que dedicar unas tres horas a la excursión.

 

Punto de partida del sendero. Para dejar el coche hay un pequeño aparcamiento unos cien metros más adelante.

 

Molino de cubo que explotaban los monjes. Su técnica, que se explica en un letrero, consistía en llenar de agua una especie de pozo que incidía sobre la piedra que hacía girar el molino.

 

Colonia de abejarucos, pájaros que  aprovechan para anidar los taludes de tierra blanda y que tienen especial predilección por las abejas. Cuentan en el pueblo que el famoso Félix Rodríguez de la Fuente tomó escenas del movimiento de esta  colonia de aves.

 

Pasado el talud de los abejarucos, a la izquierda se inicia un corto sendero que lleva hasta las ruinas de la «Casa del  fuerte» (atentos pues el fuerte está en la izquierda apenas comenzada la subida). Esta casa estaba habitada por el guarda del monte.  Su último morador (hasta la década de 1950) fue Cirilo. Estas tierras donde se ha levantado el pueblo de colonización de la Santa Espina, pertenecieron a la marquesa de Valderas. Aquella señora dejó escrito en su testamento que si sus herederos carecieran de descendencia, la tierra se donaría a gentes humildes de los pueblos de alrededor. Fue el ministro Cabestany el que echó mano del testamento para levantar un pueblo de colonización y dar casas a familias de los pueblos limítrofes con Castromonte. Y aquí llevan desde 1957.

 

Llegamos hasta el embalse. Se puede rodear por completo. Lo mejor es hacerlo por la parte derecha y hay que ir muy atentos para ver el punto en el que hacia el final permite el paso hacia la otra orilla. La mejor forma de hacerlo es fijarnos en alguna cinta de plástico atada a las ramas de un árbol: el punto en el que se halla un puentecillo de madera que salva el escaso caudal del Bajoz. Si no se encontrara, pues media vuelta y a seguir disfrutando de la caminata.

 

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Toda la orilla del embalse es muy sombrada: pinos, cipreses de Arizona y robles nos procuran un agradable paseo.

 

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Garza descansando en la copa de un árbol.  Terminado el paseo es obligado disfrutar de otros puntos de interés en la Santa Espina.

 

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Terminado el paseo es imprescindible  visitar  los edificios de la Santa Espina, como la iglesia. Pero hay otros puntos interesantes,  como el lugar de la Nevera: bordeando las piscinas e instalaciones deportivas que están detrás del monasterio,  y junto a la explotación ganadera que hay en el monasterio, tomaremos el camino de la Nevera. En un momento determinado sale por nuestra derecha, como retrocediendo, una caminillo que nos lleva hasta el depósito de agua. Este depósito, presidido por un alto pedestal que eleva lo que queda de una imagen conocida como Virgen de la Nevera,  está construido aprovechando un antiguo pozo de nieve.

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Panorámica de la Santa Espina desde la Nevera.

 

141516 El monasterio de la Santa Espina tiene origen cisterciense (s. XII), aunque casi todo lo que ahora vemos alcanza su esplendor en el XVI (hospedería), y XVIII (fachada y torres de la iglesia). Llamo la atención sobre los dos relojes de sol que están en el arco de acceso al monasterio.

 

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Para conocer todas las posibilidades que ofrece completar nuestra excursión conviene consultar en internet horarios y días de visita al monasterio y el museo de Aperos del Ayer.

 

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Panel explicativo sobre los valores naturales del embalse,  y plano orientativo de las sendas que parten del mismo monasterio.

11 comentarios en “PATRIMONIO Y NATURALEZA EN LA SANTA ESPINA

  1. Jesús, recibo la nueva entrada de tu blog “Valladolid, la mirada curiosa”, que te agradezco. En esta ocasión nos traes una visión de un paraje precioso, la bajada desde Castromonte a la Santa Espina, que me conozco porque almenos una vez al año, en junio, con otr@s caminant@s hacemos esta bella rutilla a lo largo del curso del Bajoz para terminar en el Hogar del pueblo, en una comida colectiva de hermandad. Te apunto, es necesario hacer mención a que hay que visitar el Monasterio y de él, además, es obligado disfrutar de la exposición de mariposas, siguiendo las explicaciones de alguno de los ancianos frailes que con tanta pasión viven sus maravillas.

    Gracias.

    Un Abrazo.

    Ángel Ceballos.

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  2. Jesús preciosa excursión yo suelo visitar el pantano con los niños y la mujer, y es un ambiente muy reconfortante, comentarte que para poder pescar para obtener el permiso, no hace falta hacer colas se puede hacer vía telefónica 012 o por internet.
    Un saludo

  3. A mi me encanta este lugar. En la parte del pantano quizás en verano es recomendable ver. Según mi opinión, ya que se pone bastante bonito lleno de juncos y de nenufar. Eso si, es difícil de ver porque hay que llegar apartando un poco la vegetación. Pero siempre un sitio bien fresco

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