El estío de las campiñas y páramos vallisoletanos es especialmente caluroso. Por eso puede ser una buena estación para prestar especial interés a ríos, embalses y canales: su mera presencia ya aporta sensación de frescor y, además, la naturaleza se muestra con todo su vigor, tanto la flora como la fauna propias de ríos y riberas.
Así que a lo largo de las próximas semanas propondré paseos en los que el agua sea principal protagonista.
Hay en el entorno inmediato de la ciudad de Valladolid un lugar extraordinario por su importancia arqueológica: el Soto de Medinilla. Se trata de casi una isla que conforma la enorme herradura que hace el Pisuerga en este lugar, a la otra orilla de la parte de atrás de la fábrica de Tafisa, en la carretera del barrio de La Overuela.
Es un lugar descampado, en buena parte labrado, de gran extensión en el que una de sus terrazas que asoma al Pisuerga guarda los importantes vestigios de la cultura inmediatamente anterior a los vacceos y que se sitúa en el periodo de la Edad del Hierro. Hablamos, más o menos hablamos del siglo VIII a.C.
Lo cierto es que en él y en su entorno habita una rica y variada fauna, especialmente de aves rapaces, que vive de la abundante población de roedores, reptiles y otros animales que tienen su morada en el Soto.![1](https://jesusantaroca.wordpress.com/wp-content/uploads/2014/07/1.jpg?w=662)
Para una buena observación es recomendable coincidir en horas en las que las aves están especialmente activas. Por ejemplo, en esta época, en torno a las siete de la tarde es fácil observarlas en su plenitud cazadora (desde luego unos prismáticos sencillos y una guía elemental de aves ayuda a distinguir las especies, entre las que predomina el milano –en el cauce del Pisuerga no es difícil ver algún cormorán o alguna garza-).
Iremos a buscar un punto de observación partiendo desde la dársena (en la avenida de Gijón) por la margen izquierda del Canal de Castilla, cuyo primer tramo del recorrido tendremos que hacerlo por la calle Canal.
Desde este lugar haremos un completo paseo por lugares emblemáticos del Canal, y si el sol aprieta, el camino coincidente con el barrio de La Victoria se puede hacer bajo la sombra del abundante arbolado de la extensa zona ajardinada que se conoce como “Jardín Botánico”. Nuestro paseo tendrá como destino el puente de piedra que hay en la carretera de La Overuela, frente al Soto de Medinilla (allí donde el Canal y el Pisuerga casi se tocan).
En total, entre ida y vuelta, apenas un par de horas, disfrutando de lo que el canal y su nos ofrecen.
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Dársena del Canal de Castilla en la Avd. de Gijón.
![3](https://jesusantaroca.wordpress.com/wp-content/uploads/2014/07/3.jpg?w=662&h=441)
Indicadores de las Rutas de Gran recorrido (GR) 89 y 30: Canal de Castilla y Torozos, en el edificio principal de la dársena.
![4](https://jesusantaroca.wordpress.com/wp-content/uploads/2014/07/4.jpg?w=662)
Una gran “chopa” junto al puente de madera sobre el Canal (barrio de la Victoria).
![5](https://jesusantaroca.wordpress.com/wp-content/uploads/2014/07/5.jpg?w=662)
Mojón señalizador de las distancias a Rioseco y Alar del Rey.
![6](https://jesusantaroca.wordpress.com/wp-content/uploads/2014/07/6.jpg?w=662&h=441)
Puente de la esclusa 42